Infiltración
Capítulo 1: Seducción
por
Rodriac Copen
El frío viento otoñal azotaba el rostro de Alexia Stevens mientras se encontraba sentada en un banco de Hyde Park, en Londres. Su mirada expectante recorría lentamente el entorno, buscando la figura de su superior inmediato, el agente Marcus Davenport.
El sol estaba radiante en el cielo de la mañana, pero el día frío calaba en los huesos. Los rayos brillantes se filtraban entre las ramas desnudas de los árboles, bañando el paisaje con una cálida luz dorada. El aire fresco, con un toque de humedad, transportaba el aroma de hojas secas y tierra mojada mientras susurraba entre las ramas, creando una bella sinfonía otoñal.
En los senderos de grava crujían las hojas bajo los pies de los transeúntes.
Niños de todas las edades corrían y jugaban, mientras sus risas resonaban en el aire. Un grupo de pequeños se perseguía entre los árboles. Sus chaquetas coloridas ondeaban al viento como hojas otoñales. Un poco más lejos, otros chicos se sentaban en los bancos. Algunos jugaban con pequeños juguetes, mientras otros leían libros.
En el lago Serpentine, patos y cisnes nadaban tranquilamente, sus plumas blancas brillaban bajo el sol. Alexia alcanzó a ver como un grupo de niños alimentaba a las aves tirándoles trozos de pan, mientras observan con fascinación cómo se acercaban a la orilla. Un poco más lejos, a la distancia, pudo ver una barca remando lentamente por el agua. Era llevada por una pareja que disfrutaba de la paz y la tranquilidad de las aguas.
En un prado verde, un grupo de familias disfrutaban de un improvisado picnic. Sentados sobre mantas extendidas en el suelo, compartían comida y algo de conversación.
Un anciano se sentó en un banco cercano, observando la escena con una sonrisa serena. Sus ojos recorrieron el parque mientras Alexia imaginó en su mente que repasaba recuerdos de años anteriores. Un leve temblor recorrió su cuerpo, por lo que se arropó, lo mejor que pudo mientras esperaba. La misión que estaba a punto de recibir probablemente la convertiría en la protagonista de una operación de alto riesgo.
Finalmente, la imagen de Davenport se dibujó a lo lejos. Su figura imponente recortaba la bruma del atardecer. Con pasos firmes se acercó a Alexia, tomando asiento a su lado.
-"Alexia,"- Comenzó Davenport con voz grave -"te he llamado para encomendarte una misión importante para Seguridad Nacional."
Alexia se inclinó hacia delante, toda su atención puesta en las palabras de su interlocutor.
-"Hemos detectado actividad inusual en una red de espionaje rusa que opera en Europa. Al parecer, algunos de sus agentes han comenzado a realizar contactos para ofrecer información sobre un nuevo sistema de armas de alta tecnología que está desarrollando el Kremlin. Sin embargo, no podemos estar seguros de la veracidad de esta información. Es por eso que necesito que te infiltres en esa red y obtengas la información de primera mano."-
Alexia escuchó con atención. Todo lo que involucraba a los rusos era peligroso, pero en definitiva, casi todas las operaciones del MI6 en el continente, tenían que ver de un modo u otro con los eslavos.
-"Esta bien, señor. ¿Tenemos algo de información?"- Preguntó con determinación.
Davenport sonrió con aprobación.
-"Confío en ti, Alexia. Espero que logres los objetivos sin ponerte en riesgos extremos."-
Le entregó un pequeño sobre marrón con toda la información reunida sobre la red de espionaje rusa. Alexia lo leyó con atención, memorizando cada detalle.
-"Tienes una semana para prepararte,"- Dijo Davenport. -"Te proporcionaremos todo lo que necesites para la misión."-
Alexia Stevens se levantó del banco. Se saludaron y finalmente se separaron caminando en direcciones diferentes. Entre los papeles, Davenport había preparado unos fajos de billetes para gastos menores que no dejarían rastros. El resto del dinero le sería entregado por sistemas electrónicos.
El sobre contenía información que hablaba de Irina Volkova, hija del poderoso General Alexei Volkov, como una posible disidente que había iniciado algunos contactos para vender información confidencial sobre el nuevo sistema de armas ruso. Alexia Stevens se embarcó entonces en una misión para infiltrarse en el círculo íntimo de Irina y obtener la información crucial.
Durante varios días, Alexia vigiló la Embajada de Rusia en Kensington Palace Gardens, observando con atención los movimientos de los empleados. Descubrió que algunos de ellos, después de terminar su jornada laboral, se reunían en un pub llamado "The Champion" en la esquina de Nothing Hill y Hereford Road, otras en un restaurante italiano de las cercanías o en un café llamado "Mawi". Estos encuentros informales parecían ser una oportunidad para que los empleados socializaran y compartieran información fuera del ambiente formal de la embajada.
Alexia decidió frecuentar estos lugares, mezclándose con los empleados y buscando pistas sobre Irina. Observó con detenimiento a los hombres que frecuentaban "The Champion", buscando a alguien que pareciera accesible para conocer mejor el ambiente interior de la embajada.
Un empleado en particular llamó su atención: Ivan Petrov, un joven traductor con una mirada inteligente y una actitud reservada. Alexia intuyó que Ivan podría ser la clave para llegar a Irina. Investigó sobre él, descubriendo que vivía en un pequeño apartamento cerca de la embajada y que era un apasionado de la música clásica. No parecía tener novia o alguna conexión romántica que se le pareciera.
Alexia decidió utilizar sus habilidades de seducción para acercarse a Ivan. Comenzó a asistir a conciertos de música clásica en los que sabía que él estaría presente, fingiendo compartir su pasión por la música, pero al mismo tiempo haciéndose notar sutilmente. Después de unos tres encuentros "casuales", Alexia logró llamar la atención del joven. El siguiente paso fue generar un encuentro en alguno de los pubs que frecuentaba Petrov cerca de la embajada.
El fin de la jornada laboral algunos empleados se habían juntado en un pub. Había música en vivo y un ambiente bullicioso. Alexia, encubierta, se encontraba en una esquina del bar, observando con atención a los clientes. Su mirada se fijaba en Ivan Petrov, un traductor de la Embajada Rusa, que en un momento se encontró sentado solo en una mesa cercana. Alexia se acercó al joven una sonrisa encantadora.
-"Disculpa, ¿te importa si me siento? Este lugar está lleno y no encuentro dónde acomodarme."-
Ivan, levantando la vista de su cerveza y sorprendido por la belleza de Alexia, contestó:
-"No hay problema, por supuesto. Siéntate, por favor."-
Alexia se sentó a su lado mientras agradecía el gesto con otra sonrisa -"Gracias. Me llamo Alexia. ¿Y tú?"-
-"Me llamo Ivan. Encantado de conocerte, Alexia."- Contestó el joven algo tímido. -" Tu rostro me resulta familiar"-
-"Si te gusta la música clásica, es posible que nos hayamos visto en algún concierto”- Respondió Alexia fingiendo no estar al tanto de la situación.
-"Si, es cierto. Me parece haberte visto hace algo así como una semana, en el Royal Albert Hall. "- Dijo Ivan.
Alexia respondió entusiasmada. -"¡El Royal Albert Hall! Es cierto. Fue un muy buen concierto"- Hizo un gesto de aplaudir.
-"¡Que mundo pequeño! "- Dijo el joven sonriendo. - "Mira en donde volvemos a encontrarnos"-
-"Me encanta este pub. La música es genial y el ambiente es muy animado. ¿Vienes aquí a menudo?"- Alexia intentó iniciar una conversación casual.
Ivan asintió con la cabeza -"Sí, me gusta venir después del trabajo para relajarme un poco. Tengo un trabajo agotador en la embajada rusa."-
Alexia respondió en tono comprensivo -"Entiendo. Trabajar en una embajada puede ser muy exigente. ¿Qué haces exactamente en la embajada?"-
-"Soy traductor. Me encargo de traducir documentos, discursos y cosas así del ruso al inglés y viceversa."- Respondió Ivan.
Alexia demostró interés. -"Qué interesante. Debes ser muy bueno en los idiomas para hacer ese trabajo."-
Algo sonrojado por el cumplido, el joven Ivan contestó -"Gracias. Me apasionan los idiomas desde pequeño. Siempre me ha gustado aprender nuevas culturas y comunicarme con personas de diferentes países."-
Alexia aprovechó la oportunidad para dirigir la conversación hacia sus intereses. -"Eso es admirable. Yo también soy una apasionada de las culturas y los idiomas. De hecho, he vivido en varios países y hablo varios idiomas con fluidez."-
Ivan le miró impresionado. -"¡Eso es increíble! ¿Qué idiomas hablas?"-
Alexia enumeró algunos idiomas. -"Hablo francés, español, italiano y, por supuesto, ruso."-
Ivan sonrió con aprobación -"¡Qué talento! Me encantaría saber hablar más idiomas."-
Alexia se acercó al joven y respondió con un tono seductor -"Bueno, nunca es tarde para aprender. Quizás algún día podría darte algunas clases."-
Ivan se sintió turbado por la belleza de la agente. -"Sería genial. Me encantaría aprender de ti."-
Alexia le miró sugestiva e insinuante -"Puedo enseñarte otras cosas más que idiomas, Ivan."- Su mano izquierda se posó suavemente sobre el pecho del joven, que la miraba con una mezcla de fascinación e incredulidad.
El sol se filtraba por las rendijas de las persianas, anunciando un nuevo día.
El canto de los pájaros se mezclaba con el ruido lejano del tráfico, creando una sinfonía urbana que despertó a Alexia de su sueño. Abrió los ojos mientras sentía una pesadez en el pecho que auguraba un día lleno de preocupaciones. A su lado, Ivan Petrov dormía respirando tranquilamente.
Alexia Stevens se levantó de la cama para dirigirse al baño, mostrando espléndidamente un cuerpo desnudo y exquisito. Durante unos momentos observó su rostro en el espejo. Unos ojos café, enmarcados por unas largas pestañas, reflejaban una mezcla de cansancio y determinación. Se lavó la cara con agua fría, tratando de despejar su mente. Sabía que debía enfrentar varios desafíos.
Revisó mentalmente su agenda. La lista de tareas era larga y abrumadora. No le gustaba poner en peligro vidas inocentes. Durante unos momentos posó los ojos sobre el joven que dormía plácidamente. Un suspiro de resignación escapó de sus labios. En silencio, se vistió y maquilló. Antes de salir dio la vuelta para mirar al joven que dormía el sueño de los inocentes.
Después de unos instantes, salió del departamento mientras cerraba la puerta.
Infiltración
Capítulo 2: Telaraña
por
Rodriac Copen
Una semana después del primer encuentro, Alexia e Ivan se encontraban en un pequeño local, disfrutando de un aromático café con chocolate. La química entre ambos era innegable, y la conversación fluía con facilidad. Alexia, con una sonrisa encantadora, guiaba la conversación para que el joven hablara sobre sus compañeros de trabajo y la rutina diaria.
En algún momento, Ivan habló sobre las traducciones que había realizado para la agregada cultural de la embajada, Irina Volkova.
- "Dime, Ivan"- Murmuró Alexia, mientras revolvía delicadamente su café -"¿Qué tanto conoces a esa Irina Volkova? Estudié con una chica de ese mismo nombre en la Universidad Politécnica de San Petersburgo. Me pregunto si son la misma persona."-
Ivan, cautivado por la belleza e inteligencia de Alexia, no dudó en responder:
-"¡Me parece que sí!"- Exclamó -"En algún momento Irina mencionó sus estudios en el Politécnico. Es una persona muy influyente en la embajada. De hecho, es hija del General Alexei Volkov, el jefe del GRU"-
Los ojos de Alexia brillaron con una intensidad casi imperceptible.
- "¡Qué coincidencia!"- Dijo con fingida sorpresa. -"Me encantaría volver a verla para saludarla. Cuando me becaron para ir al Politécnico, pasé unos meses inolvidables.”-
Ivan, encantado de poder ayudar a la mujer que lo había conquistado, comenzó a relatar lo que sabía sobre Irina. Le habló de sus horarios, su asistencia a eventos sociales y sus contactos dentro de la embajada. Alexia pudo escuchar incluso algunos rumores sobre su vida personal.
La conversación fue gradualmente divagando a otros derroteros mientras Alexia trazaba un plan mental. Sabía que tenía que actuar con cautela. Irina no era una persona cualquiera, y cualquier movimiento en falso pondría en peligro a Ivan. Pero de algún modo estaba decidida a obtener la información que necesitaba.
Aún como empleado de bajo nivel de seguridad, sabía que su novio estaba sometido a una estrecha vigilancia por parte de los agentes rusos. Notaba como les seguían constantemente. Cuando dormía con Ivan, Alexia podía detectar a los agentes que se apostaban en sus autos durante las noches.
En los siguientes días continuó juntándose con Ivan, pero después de obtener lo que necesitaba, dejó de preguntarle sobre la embajada. Sabía perfectamente que a Ivan le habían insertado micrófonos de la GRU. Para ese entonces, la oficina rusa se consideraba una de las agencias de inteligencia más poderosas del mundo. Con una amplia red de agentes en todo el mundo, utilizaba múltiple variedad de métodos para recopilar información, incluyendo espionaje humano, electrónico y ciberguerra.
La agente Stevens era totalmente consciente que Ivan estaba siendo sometido, sin saberlo, a una intensa vigilancia tradicional y electrónica y que, dependiendo de sus conversaciones, podía ponerle en peligro no solo a él, sino a sus padres y hermanos, que residían en Moscú.
Por tal motivo y pese a la urgencia de la situación, las conversaciones fueron derivando a temas menos estratégicos. Los encuentros se tornaron más amorosos e íntimos, mientras charlaban sobre gustos, aficiones o lugares favoritos en la ciudad.
Poco a poco, con paciencia y perseverancia, Alexia iba tejiendo una red de conocimiento alrededor de la hija del jefe del GRU. Consciente que estaba jugando con fuego, se estaba infiltrando en un mundo peligroso, donde la lealtad y la confianza eran tan escasas como el aire puro. Estaba segura que sus habilidades y determinación le permitirían obtener información con muy pocas sospechas.
Al finalizar el día, Alexia se despidió de Ivan con una sonrisa radiante. El joven quería que pasaran la noche juntos, pero la agente declinó la invitación con una excusa cualquiera. Debía encontrarse con Davenport. Fingiendo un cansancio que no sentía, le dijo que la cena había sido agradable, pero que tendría un día largo por la mañana.
El hombre, completamente enamorado, no tenía idea que era apenas un peón en un juego de espionaje de alto nivel. La telaraña que Alexia iba extendiendo alrededor de Irina se estaba cerrando, y pronto, la espía rusa debería ser contactada porque varias potencias estaban interesadas en la información que ofrecía la intrigante agregada cultural.
Con el corazón latiendo con fuerza, Alexia se alejó del departamento del joven, camuflándose entre la multitud. La vigilancia rusa era implacable, pero ella estaba preparada. Había estudiado las calles, las rutas de escape, los puntos ciegos. Cada paso era calculado, cada movimiento preciso.
Las baldosas de las veredas resonaban bajo sus pasos mientras se dirigía a su departamento. La noche era fría y húmeda, pero sentía el sudor empapar su espalda. Al llegar a su edificio, Alexia no subió directamente a su piso. Se dirigió por las escaleras al tercero B, que tenía las puertas cerradas sin llave.
Entró sigilosamente a un departamento oscuro y deshabitado, donde una agente que parecía su propia gemela le aguardaba. Sin decir palabra la mujer le entregó un bolso con una muda de ropa y salió para entrar al departamento de Alexia y despistar a los agente rusos. La agente se desnudó en una silenciosa oscuridad y tras un par de minutos, su apariencia había cambiado por completo. Ya no era la elegante mujer que había cenado con Ivan, sino una simple ciudadana de la noche.
Con su nueva apariencia, Alexia bajó al estacionamiento en donde sus compañeros del MI6 habían dejado un coche listo para salir. Abrió la puerta con una llave que le habían entregado junto al bolso de ropa e ingresó al vehículo. Adentro la oscuridad le envolvió. Encendió una pequeña lámpara de mano y buscó un teléfono seguro que estaba guardado en la guantera. Marcó un número con una línea directa. Susurró en voz baja:
-"Necesito una unidad de apoyo en mi ubicación de inmediato."-
Un patrullero llegó en cuestión de algunos segundos para pedirles identificación a los agentes rusos que estaban apostados frente al edificio de departamentos. Alexia aprovechó la distracción, y abriendo la puerta automática del garaje, dejó atrás el edificio y la vigilancia rusa. El auto se alejó a toda velocidad, mientras conducía por las calles sinuosas de la ciudad, esquivando el tráfico y los semáforos.
Finalmente, al otro extremo de la urbe, llegó a un departamento seguro. Alexia entró abriendo la puerta principal. Le esperaba Marcus Davenport, el jefe de la operación.
-"Alexia"- Dijo Davenport con voz grave -"Me alegra verte a salvo. La situación se ha vuelto más compleja de lo que pensábamos."-
Alexia se sentó en una silla, exhausta tras un día agotador.
-"Cuéntame todo"- Dijo la agente -"¿Qué sabes de Sergei Kuznetsov? He sentido que me observa, que está investigando cada uno de mis pasos."-
Davenport le informó sobre los nuevos peligros que enfrentaba. Los agentes estadounidenses buscaban al General Volkov para hacerle una oferta por la información del nuevo dispositivo de seguridad.
Además le informó sobre dispositivos de vigilancia que habían encontrado en las habitaciones de los departamentos en los que se acostaba con Ivan. Alexia escuchó atentamente, absorbiendo cada detalle como una esponja.
Davenport confirmó sus sospechas -"Lamentablemente, Kuznetsov, el jefe de seguridad interna de la embajada, tiene un gran interés en ti. Te ha estado vigilando. También a Ivan."-
Kuznetsov era un hombre despiadado, conocido por sus métodos brutales. La idea de estar bajo su vigilancia era preocupante.
-"No solo eso"- Continuó Davenport -"Hemos encontrado dispositivos de vigilancia en tu departamento y dentro de tu edificio. Algunos están neutralizados, otros han sido dejados para evitar sospechas."-
Alexia respondió -"Gracias, Davenport. Pero necesito más que eso. Quiero poder continuar mis encuentros con Ivan sin que corramos peligro."-
-"Lo entiendo"- Davenport asintió con la cabeza -"Te proporcionaremos una unidad de apoyo que estará atenta a cualquier movimiento sospechoso y te ayudará a mantenerte a salvo durante tus citas."- El hombre meneó la cabeza -"Pero todo lo que hables con él, incluso durante el sexo, será grabado por los rusos"-
Tal cual había pensado Alexia, le habían estado observando, escuchando, invadiendo su privacidad.
-"Tenemos un equipo vigilando tu departamento y edificio para alertarnos sobre la instalación de cualquier otro dispositivo"- Aseguró Davenport -"También tomaremos algunas medidas para desviar la atención de Kuznetsov y proteger tu seguridad y la de Ivan."-
Alexia se sintió algo aliviada al saber que su equipo le respaldaba desde las sombras. Pero aun así, la preocupación le corroía. ¿Cómo podría continuar con su misión si cada movimiento era vigilado?
-"Hay otra cosa que debes saber"- Dijo Davenport -"Agentes estadounidenses están intentando contactar al General Alexei Volkov para comprar la información del nuevo sistema de armas de alta tecnología que está desarrollando Rusia."-
La tensión en la habitación se hizo palpable. La tecnología que Volkov intentaba vender era una amenaza para la seguridad mundial, y si caía en manos equivocadas, las consecuencias serían catastróficas. EEUU no era precisamente colaborativo con MI6, más bien eran jugadores individualistas.
-"Los tiempos se acortan, Alexia"- Dijo Davenport -"Necesitamos llegar a Irina Volkova para hacerle una oferta antes que sea demasiado tarde."-
Alexia asintió. La tarea era peligrosa, pero debería acelerar los tiempos.
-"Haré todo lo que esté en mi poder"- Dijo con firmeza -"No los defraudaré."-
Davenport le sonrió con confianza:
-"Sé que no lo harás, Alexia"- Dijo Davenport al final de la reunión. -"Tomamos todas las medidas necesarias para protegerte a ti y a Ivan. En caso de una emergencia, tenemos un plan para sacarle a él y su familia a un lugar seguro."-
-"Gracias, Marcus. Sé que puedo contar contigo."- Alexia Stevens tocó la mano de su inmediato superior en un gesto de cercanía y compañerismo.
-"Puedes contar con eso."- Respondió Marcus.
Alexia se despidió de Davenport. En la oscuridad de la noche, y después de pensarlo por unos momentos, decidió dirigirse al departamento de Ivan.
Infiltración
Capítulo 3: Contacto
por
Rodriac Copen
Ivan invitó a Alexia a una fiesta en la embajada Rusa de Londres. La música sonaba de fondo, creando un ambiente animado y vibrante. Los invitados, vestidos de manera elegante, conversaban entre sí, disfrutando de la comida y bebida. Alexia, con una sonrisa radiante y un vestido que resalta su figura, acompañaba a Ivan, que se encontraba conversando con un grupo de empleados de la embajada. A lo lejos, Alexia pudo ver a Irina Volkova.
-"Ivan, querido, Dime ¿Podrías presentarme a la agregada cultural, Irina Volkova?"- Alexia, que en ese momento se encontraba colgada del brazo del joven, le susurra al oído la petición.
Ivan respondió gratamente -"¿Irina? Claro que sí, la recuerdas de San Petesburgo, ¿no es así?"-
-"Así es, de cuando estudié en el Politécnico. Me encantaría saludarla. Tal vez me recuerde."- Alexia respondió con un tono entusiasmado.
Ivan, sin sospechar nada irregular, accede a la petición de su novia y la llevó hacia donde se encontraba Irina, que estaba conversando con un diplomático. Estaba acompañada por un militar.
En un momento se produjo una pausa en la conversación y el diplomático se alejó de la pareja. Ivan aprovechó la pausa para presentarlas.
-"Irina, te presento a Alexia Stevens, una amiga mía que estudió contigo en el Politécnico de San Petersburgo."-
-"¡Oh, qué sorpresa! ¿De verdad eres exalumna del Politécnico? ¡Qué gusto conocerte!"- Irina respondió mirando a Alexia con sorpresa.
Alexia respondió con una sonrisa encantadora:
-"El placer es mío, Irina. Me alegra mucho encontrarme nuevamente contigo. Estuve becada por un año en el Politécnico. Tal vez me recuerdes."- La agente estrechó la mano de la rusa.
Irina, intrigada por la belleza e inteligencia de Alexia, decidió continuar la conversación -"Dime ¿En qué años estudiaste en el Politécnico?"-
Alexia, mintiendo con naturalidad respondió -"Estudié entre 2018 y 2019, me gradué en Relaciones Internacionales."- De antemano Steven sabía que Volkova había estudiado allí entre el 2017 y el 2021.
Irina respondió sonriendo. -"En esos años hubieron muchos becarios. Lamento no recordar tu rostro. Pero es un placer ver que los europeos se interesen en nuestra cultura."-
La conversación siguió de manera natural. Irina les presentó a su acompañante Sergei, un teniente con funciones en la embajada de Londres. Alexia mantuvo eficazmente la farsa de ser una exalumna del Politécnico. Irina, encantada por la agudeza de su ingenio y belleza, continuó hablando con la agente Steven, mientras le observaba con una mezcla de curiosidad y admiración.
Mientras Ivan y Sergei se enfrascaban animadamente en una conversación, Irina comentó mientras miraba a su alrededor -"Esta fiesta está realmente hermosa. ¿Conoces nuestra Galería Marlborough? Tiene exposiciones de arte y cultura rusa. ¿Quieres verla?"-
Alexia respondió con una sonrisa triunfal -"Claro que sí. Me encantaría."-
Habiendo logrado el objetivo de provocar un encuentro con Irina, la agente se sentía satisfecha de su éxito.
Ambas mujeres se alejaron de la fiesta, caminando por los pasillos internos de la embajada. La música y las conversaciones se fueron apagando cada vez más, hasta que solo se escucharon sus pasos solitarios. Llegando a una estancia vacía, Volkova abrió una puerta de vidrio que les condujo a los senderos serpenteantes del jardín.
Irina, deteniéndose mientras miraba a los ojos de Alexia, le dijo -"Alexia, sé quién eres."-
Alexia, sorprendida, pero manteniendo la compostura, respondió -"¿De qué hablas? No sé a qué te refieres."-
-"No te hagas la ingenua. Sé que eres del MI6."- Irina no parecía molesta -"He visto la forma en que me observabas dentro de la embajada. Nuestro encuentro en esta fiesta no es casualidad. No eres simplemente la novia de Ivan."- Volkova entrecerró levemente sus ojos –“Aunque Iván no tiene idea de tu verdadera identidad."-
Alexia, acorralada por la astuta mirada de Irina, decidió que no era momento de seguir negando su identidad:
-"Está bien, tienes razón. Estoy aquí como mensajera. Soy tu canal de contacto. ¿Qué quieres de mí?"- Dijo suspirando.
Irina, dejando de lado las apariencias, dijo con una sonrisa fría -"Quiero negociar. Tengo información que le interesa mucho a tu gobierno. Información que podría cambiar el curso de la historia."-
-"¿Qué tipo de información?"- Alexia fingió estar intrigada.
Irina se acercó a ella bajando la voz -"Aquí no. Es demasiado peligroso. Mañana a las 10:00 am en la esquina de Bartle Rd y Kingdown. Hay un pequeño estacionamiento. Si vienes sola y con cien millones de euros, te diré todo lo que necesitas saber."-
-"¿Y por qué debería confiar en ti?"- Dijo Alexia dudando
Irina le miró con intensidad -"Porque soy la única opción que tienes. Si no aceptan mi oferta, la información caerá en manos estadounidenses. Mi padre ya está negociando con ellos. Y las consecuencias para tu gobierno serían desastrosas."-
Alexia, consciente de la gravedad de la situación, decidió aceptar la propuesta de Irina.
-"Está bien. Estaré allí mañana a las 10:00 am."- Alexia le miró directo a los ojos -"No trates de engañarnos"-
-"Excelente. No te decepcionaré. Te aseguro que no me interesa terminar con una bala en la cabeza."- Irina sonrió con satisfacción.
Las dos mujeres regresaron a la fiesta para unirse a sus acompañantes. Un juego peligroso había comenzado, y la noche se había cargado de tensión e incertidumbre. Alexia observaba a su alrededor con cautela, buscando cualquier indicio de la presencia de los agentes de Kuznetsov. La tensión la invadía, consciente del peligro que corría junto a un inocente Ivan.
La fiesta terminó de madrugada. La noche se había tornado oscura y fría.
Alexia e Ivan caminaban en silencio, alejándose de la embajada en busca del coche. Alexia sabía que no estaban completamente a salvo, porque los agentes de Kuznetsov podrían estar siguiéndolos. La mujer sedujo a Ivan para ir a su propio apartamento, que estaba bajo vigilancia constante del MI6.
Alexia, invitando a Ivan a entrar, le dijo distraídamente -"Pasa querido, entra. Aquí estaremos seguros."-
Ivan, confundido, respondió -"No entiendo nada. ¿Qué me estás diciendo?"-
La mujer, mirándolo a los ojos, respondió. -"No me hagas caso. Lo que importa ahora es que descanses. Ha sido una noche larga."-
Ivan, exhausto por la fiesta, decidió seguir el consejo de Alexia. Se acostaron a dormir. La mujer lo observó por un momento, con una mezcla de preocupación y determinación en su rostro.
Con cuidado, dejó la pistola amartillada en un bolsillo secreto de la cama. Si los atacaban, debía actuar con rapidez. Siempre protegía a las personas que la rodeaban. La noche había terminado, pero el peligro recién comenzaba.
La alarma de seguridad, apenas audible, despertó a una Alexia eficazmente entrenada. Sus compañeros le estaban avisando del peligro. Silenciosamente sacó el arma del escondite y en medio de la oscuridad se levantó de la cama. Apuntando a la ventana y a la puerta como posibles orígenes de un ataque, retrocedió buscando la protección de las paredes.
Alexia actuó por instinto y en ese momento no era consciente del peligro que corría.
Ivan, exhausto dormía plácidamente. Una silueta silenciosa se deslizó suavemente por la ventana exterior, usando eficazmente la escalera de incendios. La agente vio el reflejo de una pistola que apuntaba a su amante y, sin mediar palabra, disparó tres veces.
La figura se desplomó con un gemido, mientras un asustado Iván saltaba de la cama. En menos de tres segundos los agentes del MI6 derribaron la puerta del departamento de Alexia e invadieron la habitación de los amantes.
Alexia, casi desnuda trató de tranquilizar al joven, que miraba aterrado la escena dantesca.
A los pocos minutos, Marcus Davenport arribó a la escena. Para ese entonces, Alexia había puesto al tanto de la situación a un incrédulo Ivan, que no daba crédito a sus oídos sobre la historia que su novia le estaba contando.
Davenport fue categórico:
-"El sicario que te cargaste, es uno de los agentes de Kuznetsov"- Marcus meneó la cabeza dubitativo.-"Es evidente que descubrió tu contacto"-
-"¿Qué haremos ahora"- Preguntó una inquieta Alexia que estaba vistiéndose en medio de los agentes.
-"Ivan, lo siento. Me temo que deberemos extraerte. Te hemos involucrado en algo que no es tu problema. Pero ahora tu vida no vale nada para los rusos."-
Ivan, aunque enamorado, era un hombre leal a su país y a su familia. Descubrir la verdadera identidad de Alexia y sus planes le había destrozado. Las consecuencias ahora eran inevitables.
-"Tú y tu familia serán reubicados en un programa de protección de identidad."- Marcus Davenport posó su mano en el hombro del muchacho. -"Tu familia ya fue extraída de Moscú. En pocas horas te reunirás con ellos."-
Alexia se despidió de Ivan con un beso. No había esperado este final, pero era una posibilidad cierta.
-"Marcus ¿Qué sabes de Irina Volkova? ¿Y su padre?"- Alexia estaba ansiosa por la reunión acordada.
-"Por lo que sabemos, Sergei Kuznetsov tiene pruebas de tu reunión con Irina. Pero no puede acusar al General Alexei Volkov. No con el poder que tiene."- Marcus fue categórico.
Oficialmente Irina Volkova era una traidora, pero no había pruebas que involucraran a su padre. Extraoficialmente Irina había desaparecido. Y Davenport apostaba a que la protección de su padre impediría que fuera asesinada por los agentes de seguridad. Lo más probable era que desapareciera bajo una nueva identidad.
Por la mañana, Ivan observaba a Alexia con una mezcla de tristeza y resentimiento. Todavía no podía comprender del todo lo que había pasado, pero de alguna manera supo que su vida nunca volvería a ser la misma.
Ivan, con voz apesadumbrada le dijo -"Todavía no puedo creerlo, Alexia."-
Alexia no pudo sostenerle la mirada -"Lo siento, Ivan. Nunca fue mi intención ponerte en peligro. Pero las cosas se complicaron y..."-
Ivan, la interrumpió intempestivo -"¡Y qué! ¡Mi vida ahora está patas arriba! Me han sacado de mi vida, me han cambiado la identidad... ¿Y todo para qué? ¿Para una misión secreta de la que ni siquiera sabía?"-
Alexia tomó su mano para explicarle -"Sé que es difícil de entender, Ivan. Lo siento."-
Ivan respondió mientras retiraba la mano -"¿Y qué hay de mí? ¿Acaso te importó algo de lo nuestro?"-
Alexia trató de suavizar los sentimientos -"Claro que me importas, Ivan. Más de lo que te imaginas. No quise que terminara todo así."- Trató de volver a tomar su mano -"A partir de ahora, serás alguien completamente diferente. Y lo más importante, estarás a salvo."-
Ivan tomó aire con desgano -"No sé qué decir."-
-"No tienes que decir nada. Solo quiero que sepas que lo siento. Y que nunca olvidaré lo nuestro."-
-"¿Y tú? ¿Qué pasará contigo?"- Un dejo de tristeza recorría la cara del joven.
Alexia respondió suspirando -"Yo debo seguir con mi misión. Pero eso no significa que no te eche de menos."-
Alexia e Ivan se abrazaron por un largo momento. En ese abrazo, mezcla de dolor, gratitud y esperanza, supieron que su amistad fue marcada por las circunstancias, pero un pequeño destello de esperanza quedó atrás dejando a Ivan con un nuevo comienzo y un pasado que nunca podría olvidar.
FIN
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