domingo, 22 de octubre de 2023

Nota: Quiero escribir... pero me avergüenza exponerme

 



Quiero escribir... pero me avergüenza exponerme

Hay muchas razones válidas por las que una persona no se anima a escribir. Me parece que la que más se destaca del resto es la vergüenza a sentirse expuesto. Y esa sensación viene de la inseguridad propia y personal de cada ser humano.

Como muy pocas profesiones, la escritura requiere un alto nivel de autoconfianza por parte de los autores. En este punto te cuento que se hace necesario que, de algún modo, empieces a creer en tu propio talento y en tu capacidad de conectar con los demás. Escribir es como ser hombre y buscar pareja: si eres tímido en exceso... te quedarás soltero o lo que es peor, buscarás la compañía de las damas que te concedan su atención, no de las personas que sean más afines a tu personalidad.

Con esto, sin hacer comparaciones odiosas, quiero decirte que si no superas tu timidez habitual, nunca escribirás.

Esta inseguridad, que es entendible y hasta justificable, proviene del miedo al rechazo que todos tenemos. La escritura es un proceso creativo, y como tal, está sujeta a la interpretación de los demás. Es normal que sientas miedo al rechazo cuando compartes tu trabajo con el mundo. Es cierto que con el tiempo, a los autores de larga data, no les importa mucho la opinión de los demás. Esto sucede porque en  general los escritores no escribimos para otros: escribimos para nosotros mismos con la esperanza que, en algún momento mágico, algún lector conecte con lo que decimos y podamos establecer un vínculo mágico a través de los escritos.

Analizando otras causas por las cuales los escritores no concretan sus ideas en papel y terminan abandonando los esfuerzos es por falta de disciplina. La escritura es una disciplina que requiere esfuerzo y dedicación. Para lograrlo, se hace necesario que seas constante y organizado para ser un buen escritor. Quizá no importa tanto que seas regular, pero sí que que seas constante. En otros artículos he mencionado que la mayor parte de los escritores no vivimos de esta profesión.

Así es que nuestras ocupaciones muchas veces nos aleja del ejercicio de escribir. Pero casi siempre estamos dando vueltas a algún proyecto: creando tramas, personajes, trabajando argumentos, definiendo ideas. Es importante que una vez que decidiste dedicarte a escribir, tengas la disciplina de trabajar en las ideas que en algún momento concretarás mediante la escritura. Puedes escribir irregularmente, pero lleva tu portfolio en tu cabeza en todo momento.

Debo mencionar que también la falta de oportunidades mata muchas veces esta vocación. Sobre todo en los jóvenes que comienzan sin tener una real idea de lo que es el mercado de la escritura. La industria editorial es competitiva, se hace muy difícil conseguir un contrato de publicación y a la mayor parte de los escritores les queda el camino de la auto-publicación. También he abordado algunos de esto tópicos en otras notas. Te recomiendo que leas al respecto.

No pretendo abordar todas las posibilidades que te frenan a comenzar a escribir. Pero sea cual sea el motivo es importante recordarte que estas razones son solo obstáculos que necesitas superar. Si tienes el sueño de ser escritor, no deberías dejar que nada te lo impida.

Empieza por escribir para tí mismo. No necesitas mostrar tu trabajo a nadie hasta que estés listo. Incluso si estás listo y aún así tu pudor te impide exponerte, puedes usar un seudónimo.

Hoy en día puedes unirte a muchos grupos de escritura o talleres que puedes encontrar en internet o en las redes sociales. Pero ten cuidado con estos grupos. Sobre todo los de redes sociales. Hay muchos escritores fracasados que destilan su rabia y negatividad sobre los que recién empiezan. Son verdaderos devoradores de sueños. No deberías escucharles. No deberías escuchar a ningún otro escritor. Sólo deberías escuchar a tus lectores. Recuerda esto que te digo. Nunca te sumerjas en la necesidad de ser aprobado por nadie. Tu eres el artista. Tú eres el creador. Y sólo deberías escuchar a aquellos que siguen tus obras. La única opinión que debe importarte es la de aquellos que "conectan" contigo a través de tus letras.

Hay consejos que, a pesar de ser obvios, tienes que tener en tu mente: lee mucho. Si no eres un experto lector, no incrementarás tu vocabulario, tus ideas no podrán expandirse y sobre todo, no alimentarás al duende de la creatividad que mora dentro de tus pensamientos.

Ten confianza en tí mismo. Y sobre todo: ten paciencia con tus propios tiempos. Con tiempo y esfuerzo podrás superar todos los miedos e inseguridades. Eso te permitirá convertirte en el escritor que deseas ser: único e irrepetible.

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