La vida misma
Hay personas que se sienten cómodas con el status quo actual. Es una vida tranquila y sin sobresaltos. Otras, simplemente no pueden dejar de adentrarse en la vida quebrando con su realidad, buscando nuevos horizontes, y terminan saltando a nuevas realidades.
A veces los relojes biológicos irrumpen en las vidas interiores para iniciar esos quiebres. Otras veces los cortes son iniciados por tragedias o situaciones impuestas que movilizan tu interior. Ese reloj interior no pide disculpas. Porque no hay una forma racional lógica que pueda apaciguarlo.
No hay razones aparentes que puedan sustentar esos quiebres. Sólo los haces. Cambiar de vida. Saltar al vacío. Reinventarte. Dejar todo atrás. Descubrir que ya es hora de emprender un nuevo camino.
Cuando el cambio llega, no necesariamente es aparatoso. En algunas personas es sólo un cambio interior. En otras explotan divorcios, peleas, quiebres, renuncias. Cada quien los vive como puede, como quiere. Los sufres o los disfrutas. Pero siempre terminas por transitarlos.
He vivido cuatro vidas diferentes a lo largo de mi vida. Cuatro huellas profundas e imborrables que han marcado mi alma y me han hecho lo que soy. Tal vez me queden aún uno o dos cambios.
Y tú ¿Cuántas vidas has vivido hasta ahora?
Buena Escritura.
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