lunes, 15 de julio de 2024

Cuento: Secretos Peligrosos

 


Secretos Peligrosos


Género: Acción - Espionaje

Tags: espionaje, acción,
ministerio_de_seguridad_del_estado, red_de_espías, chantaje, seducción

Políticos y miembros de diversos gobiernos son engañados por hermosas espías de Corea del Norte. El origen de la conspiración proviene del temible Ministerio de Seguridad del Estado de Corea del Norte, que ha creado una red de mujeres espías con el fin de seducir y sobornar a funcionarios de gobiernos occidentales. El MI6 le encomienda a la agente Alexia Stevens localizar al escurridizo responsable de la red y eliminar el peligro definitivamente.  

Capítulo 3 (The Fumoir Claridge’s Hotel)  subido el 14.7.2024

(Saga de la Agente del MI6 Alexia Stevens)

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Capítulo 1: Seducción

 Benjamin Harrington, un destacado funcionario del Gobierno Británico especializado en negocios internacionales, se hallaba inmerso en una gira crucial de promoción industrial en Francia. Este viaje no solo representaba una oportunidad para fortalecer lazos comerciales con socios europeos, sino también para proyectar la imagen de innovación y confianza del Reino Unido en el sector empresarial global.

Después de una jornada maratónica de reuniones estratégicas, presentaciones y negociaciones intensas en las que se discutieron acuerdos potenciales que podrían impactar significativamente en la economía británica, Benjamin sentía el peso del día sobre sus hombros. La presión por alcanzar resultados positivos para su país y para las empresas que representaba era palpable en cada conversación y decisión que había tomado.

El hotel donde se hospedaba era un oasis de lujo y comodidad en medio del ajetreo de la ciudad francesa. Al finalizar el día, decidió que necesitaba un momento de descanso y reflexión antes de enfrentar la siguiente jornada. El bar del hotel se presentó como el lugar ideal para relajarse y dejar de lado temporalmente sus preocupaciones profesionales.

Con paso cansado pero decidido, Benjamin ingresó al elegante bar, donde el ambiente tranquilo y la música suave proporcionaban un contraste reconfortante con la intensidad del día. Se dirigió hacia el mostrador y, con un gesto de cortesía, solicitó al experimentado barman su bebida favorita: un whisky escocés en las rocas, que serviría tanto para relajar sus tensos músculos como para brindarle un momento de introspección.

Mientras disfrutaba del primer sorbo de la magnífica bebida, Benjamin observó discretamente a su alrededor, notando que otros huéspedes del hotel también aprovechaban la oportunidad para relajarse y socializar después de sus propios días de trabajo. Mientras evaluaba la posibilidad de presentarse a algunos huéspedes y relajarse socializando con ellos, algo captó su atención entre las conversaciones distantes y el murmullo de fondo: una figura femenina que parecía destacar por su gracia y elegancia.

La mujer, de largo cabello oscuro y vestida con un conjunto impecable, se movía con una confianza serena entre los demás clientes del bar. Su espectacular presencia no pasó desapercibida para Benjamin, que apreció instantáneamente su lejana belleza y la intrigante manera en que irradiaba un aura de atrayente energía en medio del bullicio.

Para su enorme sorpresa, la mujer se acercó hasta la barra obsequiándole una sonrisa amistosa, rompiendo así la distancia inicial con ese gesto natural de cortesía.

La mujer le preguntó sonriendo -"Buenas noches. ¿Te importa si me uno a ti en el bar?"-

Benjamin respondió devolviendo la sonrisa -"Por supuesto, no hay problema. ¿Estás disfrutando de tu estancia en la ciudad?"-

La hermosa mujer contestó -"Mucho más ahora que he tenido la suerte de encontrarte aquí."- Una sonrisa ligera llenó por un momento su rostro -"Me encanta conocer gente nueva mientras viajo. Me llamo Soo-kyung."- Estiró la mano para saludarle -"¿Y tú eres...?"-

Benjamin se apresuró a contestar -"Benjamin Harrington. Estoy aquí por la convención de negocios."- Estrechó la mano de su nueva amiga Soo-kyung. La piel de su mano era cálida y suave. Una poderosa y sugerente fragancia llegó hasta el funcionario británico.

La hermosa asiática le sonrió -"Encantada de conocerte, Benjamín. Yo estoy disfrutando de unas vacaciones en la hermosa París. He llegado desde Corea del Sur."-

La sonrisa de la bella mujer era encantadora. Benjamin, conmovido y halagado por la atención de la bella mujer, dijo -"Debo decir que es un placer conocerte. No esperaba una compañía tan encantadora esta noche."-

Soo-kyung tenía una conversación culta y fluida. Con el correr de los minutos, Benjamin se sintió seducido e intrigado por la presencia de alguien tan fascinante en ese extraño lugar. Sabía bien que la hermosa y delicada dama no era la compañía típica de bares de hotel.

La charla entre ambos fluyó con naturalidad, mezclando algunas anécdotas de viajes y sobre sus respectivas profesiones. Soo-kyung, cuya profesión era la de consultora legal, demostró ser perspicaz y bien informada sobre una gran variedad de temas. Después de algunos minutos de conversación, el encanto de Soo-kyung parecía envolver a Benjamin en una burbuja de complicidad y excitación.

Soo-kyung preguntó sonriendo traviesamente -"¿Qué te parece si continuamos esta conversación en un lugar más privado? Tengo una botella de vino en mi habitación que podría interesarte."-

Benjamín se sorprendió por la invitación, pero respondió sonriendo -"Eso suena tentador. Estoy seguro que será una velada encantadora."-

Benjamín pagó las copas de ambos y se levantaron del bar, atrayendo miradas de curiosidad y admiración mientras caminaban juntos hacia el ascensor.

Para Harrington, la decisión de seguir a Soo-kyung a su habitación fue impulsada no solo por la emoción de la novedad, sino por el misterio que la dama irradiaba.

Este encuentro marcaría el inicio de una noche intensa y reveladora para el funcionario. Una noche en donde la calidez del alcohol y la subyugante atracción de Soo-kyung tendrían consecuencias inesperadas.

 

 

Capítulo 2: Conspiración

En la elegante sala de reuniones del MI6 en Londres, Alexia Stevens aguardaba la llegada de Marcus Davenport, su jefe directo y mentor en el servicio secreto británico.

Desde que comenzó su carrera como agente, había aprendido a leer las señales sutiles en el rostro impasible de Marcus, y esta vez no fue diferente. Cuando él entró, una mirada grave y un gesto adusto le dijeron a Alexia que la reunión no trataría de simples actualizaciones rutinarias.

Marcus le saludó cortésmente y luego comentó -"Alexia, tenemos una asunto serio entre las manos"-

Alexia preguntó intrigada -"¿Qué sucede, Marcus?"-

Antes de contestar, Davenport dio una ojeada a los papeles que traía en una carpeta. Pareció elegir sus palabras con cuidado mientras Alexia escuchaba con atención creciente.

-"Benjamin Harrington ha muerto. Se ha suicidado. Esto último no se ha dado a conocer a la prensa"-

Alexia sintió un nudo en el estómago. Conocía a Benjamin Harrington como un dedicado agregado de comercio en el gobierno británico, conocido por un impecable profesionalismo y una profunda devoción por su trabajo. Era de público conocimiento que estaba casado con la funcionaria Elizabeth Crawford, una respetada profesional que ejercía en el estrecho círculo gubernamental.

La agente del MI6 comentó asombrada -"¿Suicidio? ¿Qué sucedió? ¿Se sabe algo?"-

Marcus respondió -"Parece que estaba siendo extorsionado. Lo encontraron en su casa, junto a una nota que sugería problemas personales inmanejables. Pero hay bastante más que eso, Alexia."-

Marcus le entregó a Alexia una carpeta con fotografías y documentos mientras le decía:

-"Estas son algunas de las pruebas que los agentes pudieron encontrar. Parece que Benjamin estaba siendo chantajeado con imágenes comprometedoras.”- Algunas de las imágenes recogidas mostraban a Benjamin teniendo sexo en un hotel de Francia con una mujer identificada como Soo-kyung, una supuesta consultora legal de Corea del Sur que estaba de vacaciones en París.

Alexia examinó los informes con detenimiento. Las imágenes mostraban a un hombre que claramente era Benjamin Harrington, junto a una mujer de cabello oscuro y rasgos asiáticos, en lo que parecía una situación íntima en una habitación de hotel.

Alexia comentó frunciendo el ceño -"Esto es grave, Marcus. ¿Están seguros de que estas imágenes son auténticas? Podrían haber sido creadas con Inteligencia Artificial"-

Marcus negó con la cabeza -"No estamos seguros aún. Pero el suicidio de Harrington es bastante elocuente. Pensamos que no se habría quitado la vida de no ser cierto su encuentro con la tal Soo-kyung."- Hizo una larga y pensativa pausa. Luego continuó:

-"Por eso necesitamos que investigues a fondo, Alexia. Las implicaciones van más allá de un caso individual.  Creemos que el chantaje personal está vinculado a actividades norcoreanas. Pensamos que alguien quería usar a Harrington para obtener ventajas políticas y económicas."-

Alexia asintió, comprendiendo la magnitud del encargo. El Ministerio de Seguridad del Estado de Corea del Norte era conocido por sus tácticas de espionaje y manipulación a nivel internacional. Si estaban detrás de esto, significaba que había mucho más en juego de lo que inicialmente parecía. La agente respondió:

-"Entendido, Marcus. Empezaré de inmediato. Necesito reunir más información sobre Soo-kyung y cualquier posible conexión con Corea del Norte."-

Marcus le indicó -"Hazlo con mucho tacto, Alexia. Esto podría ser solo la punta del iceberg."-

Marcus, junto a un grupo de analistas experimentados en seguridad internacional, habían comenzado a conectar los puntos entre diversos incidentes aparentemente inconexos surgidos recientemente. Desde pequeñas filtraciones de información confidencial hasta intrusiones en sistemas informáticos de alto nivel, los cuales parecían ser obras de agentes con habilidades avanzadas en ciberseguridad.

Estos incidentes, aunque aislados y dispersos geográficamente, compartían ciertos patrones y técnicas que sugerían una coordinación detrás de ellos.

El informe del MI6 que Alexia tenía en sus manos, indicaba que los servicios secretos de varios países habían iniciado investigaciones separadas sobre estos eventos. Aunque cada agencia parecía tratar los incidentes como casos individuales, el MI6 intuía que todos estaban conectados y formaban parte de una operación mucho más grande y coordinada.

La sincronización y la sofisticación de los métodos utilizados sugerían la posibilidad de una entidad o grupo con recursos considerables y una agenda estratégica claramente definida. Los rumores que circulaban en los servicios de inteligencia apuntaban hacia teorías que indicaban la posible existencia de una nueva red de espionaje global.

Marcus Davenport, basándose en su experiencia y en la comparación de patrones históricos de operaciones encubiertas, le planteaba entonces a su agente la hipótesis de que estos incidentes podrían ser el preludio de una campaña más amplia para desestabilizar economías, manipular información estratégica o incluso influir en decisiones políticas clave a nivel mundial.

A medida que las investigaciones profundizaban y se analizaban los hallazgos con colegas y superiores, el panorama se iba haciendo más claro: los pequeños incidentes y los rumores dispersos eran apenas la punta del iceberg de una amenaza potencialmente significativa para la seguridad global.

La clave ahora estaba en descubrir quién estaba detrás de esta operación y cuáles eran sus objetivos finales, antes que los efectos de esta estrategia terminaran comprometiendo la seguridad de las naciones afectadas.

Según Davenport, el Ministerio de Seguridad del Estado de Corea del Norte había creado un nuevo grupo de espías norcoreanas especiales cuyo objetivo era seducir sexualmente a políticos de alto perfil y luego extorsionarlos para comprometer la política exterior de sus países obteniendo contratos gubernamentales con ciertas firmas y acceso a fuentes de información estrictamente confidenciales.

La misión de Alexia consistía en saber quién era el responsable de ese grupo de espías norcoreanas, anularlo y desarticular la red que estaba operando a nivel mundial.

 

 

Capítulo 3: The Fumoir, Claridge’s Hotel


The Fumoir era el bar de lujo de Claridge’s Hotel, conocido por su elegancia y sofisticación. La decoración reflejaba un estilo art déco con toques modernos: paredes de madera oscura, paneles dorados, elegantes lámparas de mesa con pantallas de seda, y alfombras de felpa que amortiguaban cada paso.

La iluminación tenue y cálida creaba un ambiente íntimo y lujoso, ideal para conversaciones discretas y encuentros secretos. Las mesas estaban dispuestas de manera que ofrecían privacidad pero sin sentirse aisladas, perfectas para una vigilancia discreta como la que Alexia llevaba a cabo acompañada por otro agente del MI6, Oliver Fitzgerald.

Alexia Stevens tenía esa noche una presencia fría y calculadora. Sus ojos agudos observaban cada detalle del bar, evaluando a los presentes y anticipando los movimientos de su objetivo. Llevaba un elegante vestido negro de corte sencillo, muy escotado, combinando un peinado impecable con maquillaje sutil y sofisticado.

El compañero de Alexia en la misión, Oliver tenía una apariencia que mezclaba encanto con profesionalismo. Su traje oscuro estaba cuidadosamente ajustado, y su comportamiento era relajado pero atento. Su papel era el de un caballero encantador que acompañaba a Alexia en una noche de gala.

Alexia y Oliver, vigilaban al secretario de agricultura Edward Hawthorne, que se encontraba tomando unas copas en The Fumoir.

Edward Hawthorne estaba en la ciudad por una conferencia de alto perfil. Era conocido por sus políticas controversiales y, según las últimas informaciones de la agencia, podría estar implicado en alguna que otra fuga de información estratégica importante. Los agentes debían observar sus movimientos discretamente, sin levantar sospechas.

Alexia tomaba su copa de champán con una mano, manteniéndose atenta a la entrada del bar.

-"Todo parece estar en orden. Ahora solo falta esperar a que alguna mujer le aborde para que  tomemos alguna decisión"- Dijo Stevens

Oliver tomaba un sorbo de su cóctel, con una sonrisa ligera cuando le respondió: -"La atmósfera aquí es perfecta para la misión. La sofisticación del lugar hace que Hawthorne se sienta en su elemento. Pero debemos ser cuidadosos para no ponernos en evidencia ¿Cómo crees que diferenciaremos a la supuesta espía de una meretriz cazafortunas?"-

Alexia sonrió cuando contestó: -"No creo que hayan muchas prostitutas dando vueltas por el bar del Claridge’s. Nuestra espía debe estar hospedada en el hotel. No creo que muchas prostitutas tengan recursos para pagar una habitación en este hotel."-

 Oliver reflexionó: -"Hawthorne es un político experimentado. Es probable que trate de mantener una fachada de profesionalismo, pero en el fondo, estará buscando cualquier oportunidad para obtener una ventaja. Si la mujer juega sus cartas correctamente, lo terminará llevando a su habitación."-

Oliver estaba observando también la entrada del bar -"Hablando de esto, ¿qué sabemos acerca de nuestra 'mujer de contacto'? ¿Quién es su jefe?"-

Alexia respondió con tono calculador -"Sabemos que es una agente bien entrenada. En los casos reportados, la habilidad para manipular a los objetivos es impresionante. Y estoy segura que quien quiera que sea, sabe cómo jugar el papel con precisión."-

Oliver estaba mirando hacia la mesa de Hawthorne -"Muy bien. ¿Qué pasa si la mujer no logra acercarse a Hawthorne? ¿O si no aparece? ¿Tenemos un plan B?"-

Alexia asintió con firmeza -"Sí, tenemos un plan B. Nos pegaremos a Hawthorne. Sabemos que le gustan las mujeres y no es muy discreto al respecto. Ellos también lo saben. Pienso que el secretario de agricultura es un blanco fácil y tentador. Lo contactarán en algún momento."-

Oliver estaba mirando la entrada del bar cuando su tono se volvió más serio: -"Ahí tenemos a nuestra posible candidata. Es momento de prepararnos para cualquier eventualidad."-

La puerta del bar se abrió y dejó ver a una hermosa mujer de rasgos asiáticos, que entró con gracia. Tenía una presencia llamativa pero sutilmente calculada. Llevaba un elegante vestido rojo que contrasta con el entorno sofisticado de The Fumoir. Su mirada no se dirigió hacia nada o nadie en particular, pero tanto Alexia como Oliver pudieron notar que por una fracción de segundos sus ojos se detuvieron en la mesa de Hawthorne. No mostró ninguna reacción al hacerlo.

Alexia susurró a Oliver: -"Ahí está. Prepárate para mantener la vigilancia.  Ajustaremos el plan según sea necesario. Si algo sale mal, tenemos que estar listos para actuar."-

Oliver respondió tomando la mano de Alexia como si fuera su enamorado -"Estoy listo. Observaremos cada detalle. Si las cosas no van bien, cambiaremos el plan, pero confío en que todo irá como lo planeamos."-

La hermosa mujer, que también había llamado la atención de Hawthorne, pidió un trago en la barra y de modo casual, como mirando alrededor, dirigió una sonrisa cautivadora a la mesa del secretario. Sutil, pero lo suficientemente efectiva como para llamar la atención de Edward Hawthorne, que después de un segundo de vacilación, decidió acercarse a la barra.

Previamente los agentes del MI6 le habían colocado al secretario un micrófono, sin que Hawthorne lo sospechara. Gracias a eso, Alexia podía escuchar todo lo que hablaba tanto el secretario como sus interlocutores.

La mujer se identificó como Choi Hae-Jin, una empresaria textil que estaba en viaje de negocios. La conversación parecía ser amigable al principio, pero pronto tomó un giro más serio. La mujer se acercó a Hawthorne y le susurró algo al oído, provocando una reacción en el político, que asintió. Choi Hae-Jin mostró una expresión de relajada y una sonrisa antes de levantarse de la mesa. No pudieron escuchar lo que la mujer susurro al oído.

Conscientes que el momento crucial estaba cerca, Alexia y Oliver siguieron discretamente a la pareja mientras se dirigían al ascensor del hotel. La mujer, con una sonrisa sutil, una vez lejos del bar, tomó el brazo de Hawthorne y lo condujo hacia la habitación de lujo en la que se alojaba.

Una vez que el secretario de agricultura y la mujer que se identificó como Choi Hae-Jin llegaron a la habitación del hotel, Alexia, que estaba al mando de la operación, tomó una decisión rápida. Se acercó junto a Oliver a la puerta de la habitación. Oliver Fitzgerald sacó un dispositivo desbloqueador de puertas y entraron en la habitación.

Los agentes encontraron a la mujer preparando un par de tragos, mientras el secretario estaba de pie cerca de una ventana, mirando el paisaje nocturno de Londres. Sin darles tiempo para reaccionar, Alexia y Oliver actuaron con rapidez, inmovilizando a la mujer y sometiéndola con las esposas.

Hawthorne, sorprendido y furioso, exigió explicaciones, pero Alexia se limitó a identificarse como agente del MI6 mientras aseguraba que la mujer era sospechosa de ser una agente de inteligencia y una intermediaria en un entramado de tráfico de información confidencial. Oliver impidió que el secretario usara su teléfono reteniéndolo.

En pocos segundos, llegaron a la habitación otros agentes que llevaron a la mujer a una sala de interrogatorios en una instalación segura del MI6.

 





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