sábado, 1 de noviembre de 2025

Cuento: "Fuego Agazapado ( Pulp Fiction - Romance )"

 


Pulp Fiction - Romance

Fuego Agazapado
por Rodriac Copen


La lluvia caía sobre los techos de zinc del puerto resonando con un repiqueteo inquieto. En el callejón detrás del Manta Roger Club, las luces de neón temblaban sobre los charcos grasientos de la calle. Nora Delane cerró su abrigo de lana, temblando. Su grabadora colgaba del cuello y sus labios tenían el sabor metálico del humo.

—"¿Estás segura de que vale la pena esta nota?"— preguntó Lila, su amiga, desde el coche —"Es medianoche, Nora. Ese bar huele a pólvora y pecado."


Nora sonrió con ironía.

—"Justamente por eso, amiga. Los titulares aburridos no pagan el alquiler."—

Abrió la puerta del club y el aire caliente la envolvió. Adentro, el saxofón lloraba entre los vasos y el murmullo. Allí lo vio por primera vez.

Zack Morell.

Camisa negra, chaleco sin abotonar, una sonrisa apenas insinuada y una cicatriz delgada cruzándole el pómulo como una firma del destino. Jugaba con su encendedor, mientras unos hombres de rostro incierto lo observaban con recelo.

Él levantó la vista, y en el instante que la vió, todo el ruido se detuvo.

Los ojos de Zack tenían el color de una tormenta azulada.

Días después, Nora todavía veía su rostro cada vez que cerraba los ojos.

Danton, su pareja, la abrazaba por las noches, pero ella ya no estaba allí. Había algo en ese contrabandista que había atrapado sus pensamientos. Algo peligroso, magnético, que la mantenía despierta, repasando cada palabra, cada mirada y movimiento.

En su departamento, mientras la lluvia persistía sobre la ciudad, Lila la observaba preparar café.

—"Tienes esa mirada."— dijo Lila —"La misma que tenías cuando te enamoraste de Danton... pero más oscura."—

—"No digas tonterías"— intentó sonreír Nora —"Apenas lo conozco."—

—"A veces basta con un cruce de miradas"— replicó Lila filosa —"¿Qué te pasa, Nora? ¿Qué te atrae de ese tipo?"—

Nora apoyó las manos en la mesa y respiró hondo.

—"No lo sé. En parte es frío y oscuro, pero hay algo en él... que me arrastra. Mis pensamientos están atrapados, Lila. Lo veo una y otra vez."—

Su amiga guardó silencio.

—"Cuidado. Eso suena a peligro. Tienes un futuro planeado con Danton, amiga."

—"Lo sé."— susurró Nora —"Pero cuando estaba cerca de Zack, todo parecía tener sentido. Como si estar a su lado me protegiera de algo peor."—

Esa misma noche, Nora volvió al Manta Roger Club. Lo encontró en la barra, encendiendo un cigarro.

—"Sabía que volverías"— dijo él sin girar la cabeza.

—"¿Tan predecible soy?"—

—"No. Curiosa. Y la curiosidad, en esta ciudad, suele terminar con una bala o un beso."—

Ella se sentó a su lado.

—"¿Y cuál de los destinos sería peor?"—

—"Depende."— sonrió él —"De qué tanto necesites una cosa o la otra."—

Bebieron las cervezas en silencio. Afuera, un trueno estalló como un disparo.

—"No sé qué me pasa contigo, Zack."— dijo ella, mirándolo a los ojos —"Siento que mi vida pende de un hilo. Y sin embargo, cuando extiendes tu mano, me siento segura."—

Él la observó, atento, casi sin respirar.

—"¿Tú crees que soy lo suficientemente seguro para seguirme?"—

Nora tragó saliva.

—"No lo sé. Pero pienso en ti y siento un sudor frío."—

Él se inclinó, apenas unos centímetros.

—"No juego con mujeres casadas."—

—"No te creo."—

—"Simplemente no me conoces."—

—"Ni quiero hacerlo. Solo que... no puedo dejar de pensarte."—

Zack apagó el cigarro en el cenicero, la miró con una mezcla de deseo y advertencia.

—"Eres un fósforo buscando un incendio, Nora."—

Días más tarde, la policía allanó los muelles. Zack desapareció. Nora intentó olvidarlo, pero el silencio la acosaba. Danton notó el cambio.

—"Ya no estás aquí, Nora. Miro tus ojos y estás en otro sitio."—

Ella bajó la mirada.

—"Hay cosas que no se pueden explicar, Danton."—

—¿Y lo que no se puede explicar tiene nombre?"—

—"Tiene un eco... Eso es todo."—

Danton suspiró, derrotado.

—"Solo espero que no te rompa en pedazos."— Simplemente se marchó.

Esa noche, Nora recibió un whatsapp:

—"Hotel Astra, habitación 214. Si vas, no habrá vuelta atrás."— 

Fue.

El hotel olía a madera vieja y perfume barato.

Zack la esperaba con la ventana abierta, mientras el viento arremolinaba las cortinas.

—"Sabía que vendrías"— dijo él.

—"Y yo sabía que no debía."— respondió ella.

Se miraron, y el resto del mundo se borró. La música de un bar cercano entraba, resonando como un latido.

—"Me tienes enferma."— confesó Nora —"Mi visión está borrosa, mis pensamientos te siguen. Me he vuelto adicta a ti. Veo el universo a través de tus ojos."—

Zack la tomó del rostro.

—"Tú eres tan peligrosa como lo soy yo."—

—"No. Tú eres el fuego, y yo la mano que insiste en tocarlo."—

El beso fue inevitable, largo, dolido.

La lluvia volvió a golpear la ventana.

Cuando se separaron, Zack habló con voz ronca:

—"Si te quedas conmigo, las cosas no serán fáciles."—

—"Ya lo sé."—

Al amanecer, Nora caminó sola por el muelle.

El viento la azotaba, pero sonreía levemente. Sabía que había cruzado una línea sin retorno.

Lila la encontró días después en el café donde solían charlar.

—"¿Y ahora qué vas a hacer?"— preguntó.

Nora giró la taza entre sus dedos.

—"Nada. No hay que negar lo inevitable."—

Lila la miró con preocupación.

—"Eres una tonta romántica. Tiraste todo por la borda."—

—"No"— dijo Nora pensativa —"Solo conocí el fuego y decidí no apagarlo."—

La lluvia siguió cayendo sobre la ciudad, brillando como lágrimas bajo las farolas.

En algún lugar del puerto, un hombre encendía un cigarro y miraba hacia el este, sabiendo que ella no lo olvidaría.

FIN


Tags:

#PulpRomántico
#RelatoNoi
#PasiónProhibida
#NarrativaCorta
#RelatoContemporáneo
#AtracciónFatal
#RodriacCopen
#LiteraturaModerna
#CuentosIntensos
#RomanceOscuro
#DeseoCulpa

No hay comentarios:

Publicar un comentario