sábado, 6 de septiembre de 2025

Taller de Escritores: "Los Nuevos Escritores"

 


Taller de Escritores

Los Nuevos Escritores

por Rodriac Copen


Este es un manual breve para que te conviertas en uno de los Nuevos Superescritores... o, en pocas palabras: para que no termines escribiendo folletos de autoayuda que se leen en el baño.

El escritor debe ajustarse al tránsito permanente. Despierta. No eres Borges (al menos todavía). Eres un puente, no un hotel. Si te acomodas en la mediocridad, te oxidarás como esos blogs literarios o autores a los que nadie lee ni por error. Hay grupos de escritores en redes sociales que se dan premios entre ellos. Patético. Tu tarea no es “publicar algo cada tanto”, sino usar cada texto como un tablón que te acerque a un lugar donde nadie más pueda pararse. Y me refiero a tener un estilo, una dinámica propia, una luz que te diferencie de los otros. Un escritor que no se transforma, que no se explora a sí mismo para reinventarse constantemente, es apenas un mendigo de palabras.

No te tientes con la masividad. Que todos consuman mierda no te obliga a producirla. No copies los valores narrativos de moda ni imites al escritor de turno que gana likes con frases cortas y emojis de corazón. Si lo único que buscas es público fácil, hay caminos más rápidos que la literatura: prueba onlyfans. Tú estás hecho para crear, cautivar, conmover y para infiltrar la mente de tus lectores llevándolos a experiencias que no están a su alcance. Tu literatura debe oler a ti, aunque eso implique que algunos la detesten. Quien crea valores nuevos, crea lectores nuevos —y enemigos que lo temen o envidian—. El resto se la pasa mendigando estrellas en Amazon.

La voluntad de poder en un escritor no nace de la inspiración etérea, sino de la persistencia. Por eso no debes temer al fracaso. A veces un texto pequeño recibirá más respuesta de la que imaginas; otras, un trabajo titánico apenas será leído. Así es el oficio. El punto es poder levantarte un lunes gris y martillar palabras mientras otros “buscan motivación”. Poder enfrentar tu tedio, tu miedo y a ese editor interno que insiste en que eres un fraude. El Superescritor no manda sobre otros: manda sobre su propia procrastinación.

La compasión cristiana aplicada a las letras se traduce en: ‘pobrecito, escribe mal, pero al menos lo intenta. Le daré un corazoncito’. No. Basta. Esa lástima colectiva es el verdadero cáncer de la literatura. Si a un texto lo consideras malo, no merece ternura: merece gasolina y un fósforo de tu parte. Pero que sea TU juicio y no el de otros el que condene al texto. Deja de mendigar lecturas. Gánatelas. Los escritores modernos convierten sus historias en dinamita. No declames. No llores. Gánate a tus lectores uno a uno si es necesario.

El escritor fuerte no es el que domina al mercado, sino el que no se doblega ante sí mismo. El que resiste las noches de papel en blanco, las críticas despiadadas, las reseñas de una estrella con insultos mal escritos. La autoconquista es el único contrato editorial que importa: si puedes contigo, el resto es un trámite que ni siquiera existe.

Deja de escribir como si pidieras perdón por existir. Sé un Superescritor Moderno: un animal que crea valores literarios propios, que se ríe de las modas, que no necesita la bendición de las editoriales ni del club de lectura de tías aburridas.

Amigo, sé tú mismo. Así se hacen los escritores.


¡Buena escritura! 🚀✍️



Tags:

#Escritura 
#Literatura 
#ManifiestoEscritor 
#ConsejosParaEscritores
#RodriacCopen 
#Superescritor 
#EscribirConEstilo 
#VozPropia
#EscritoresIndependientes 
#AntiMediocridad 
#EscribirConVerdad
#Cultura 
#Libros 
#InspiraciónLiteraria

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario