Titán: La Última Frontera
Versión scifi clásica (el camino del héroe)
Por Rodriac Copen
La lanzadera vibraba mientras Nadia Leifsson escudriñaba por la pequeña ventana la inmensa atmósfera naranja del satélite. La atmósfera de Titán estaba envuelta en una neblina densa, y el Mar de Kraken se extendía allá abajo, como un océano de hidrocarburos líquidos que parecía dormir bajo una densa capa de niebla.
—"Galant, aquí la lanzadera 3. Hemos iniciado el último descenso. Todo avanza dentro de los parámetros previstos"— reportó Nadia con voz firme, ajustándose el casco.
—"Recibido, lanzadera 3. Te deseamos suerte, doctora"— contestó la voz grave y calmada de Ralph Moebi, comandante de la Base Kraken —"La supervivencia de la base depende de tu éxito."—
Nadia inspiró profundo y soltó un pequeño suspiro, aún reservada, pero consciente de la carga que llevaba.
La tormenta eléctrica ionizada apareció súbitamente, soprendiéndola. Rayos que parecían arcos de energía azulada cruzaron el cielo denso.
—"¡Tormenta, no la esperaba en esta zona!"— murmuró Nadia, mientras los controles vibraban violentamente —"¿El sistema de navegación está fuera de curso!"—
La nave se precipitó sin control. Después de unos segundo transcurridos en un vibrante descenso, el estruendo metálico resonó cuando la lanzadera impactó con la superficie congelada de Titán. Todo se volvió un caos.
Horas después, en el gélido silencio del hemisferio sur, Nadia despertó entre los escombros, la lanzadera estaba semienterrada en el hielo. Su traje tenía un agujero en el brazo, y el indicador de oxígeno parpadeaba en rojo.
—"La máquina... la máquina..."— susurró con urgencia, arrastrándose hacia el dispositivo de conversión atmosférica, medio enterrado.
Por radio solo escuchó estática. La señal estaba completamente muerta.
En la Base Kraken, Ralph observaba la pantalla del radar con creciente preocupación.
—"Equipo Echo, prepárense para partir. Espero que la doctora haya sobrevivido al impacto. Solo tenemos 48 horas antes de que el sistema de aireación colapse definitivamente"— ordenó con autoridad.
—"¿Y si no la encontramos a tiempo?"— preguntó Lara, la ingeniera del grupo, revisando los mapas.
—"No tenemos más opciones, Lara. La vida de la colonia está en juego."—
Mientras tanto, Nadia luchaba con el módulo de energía.
—"Si intento encender esto sin reparar el reactor, podría detonar..."— murmuró —"Pero sin energía, la base morirá."—
Tomó un respiro helado mientras evaluaba la situación.
—"Debo arriesgarme."—
Sus dedos temblaban al manipular los controles del sistema con los gruesos guantes de traje.
—"Energía... parece estable... No, espera"— exclamó cuando una alarma empezó a sonar —"Diablos... inestabilidad crítica"—
De pronto, su radio la sobresaltó en medio de la oscuridad con la voz de Ralph:
—"Nadia, escucha, el equipo de rescate está en camino. No toques nada más."—
—"No podemos esperar demasiado. Sin la máquina, no hay ningún futuro"— respondió ella con hilo de vos por su debilidad.
El equipo de rescate avanzaba a través de grietas de metano sólido, evitando caer en trampas invisibles.
—"La tormenta se intensifica"— informó Lara —"Este lugar no esta hecho para humanos."—
—"Nadia depende de nosotros"— dijo Ralph, apretando los puños —"Y rescatarla junto a la máquina es nuestra última esperanza"—
Una señal débil apareció en el radar.
—"¡Ahí está!"— exclamó un Ralph entusiasmado —"¡Vamos! No hay tiempo que perder."—
Finalmente la encontraron, acurrucada junto al dispositivo. Agotada y con mínimas fuerzas, pero viva.
—"¡Nadia!"— gritó Ralph, arrodillándose junto a ella.
—"El reactor... está inestable. Si lo activamos sin ajustes, será nuestro fin"— advirtió ella haciendo un máximo esfuerzo.
—"Dinos lo que tenemos que hacer"— imploró Lara.
Con un hilo de voz, Nadia explicó un procedimiento improvisado para estabilizar la máquina.
—"Confíen en mí, es la única manera de lograrlo."—
Dentro de la Base Kraken, el equipo trabajó frenéticamente para reactivar la máquina. El reloj avanzaba implacable.
—"¡Listo!"— anunció Lara, pulsando el botón de activación.
Un zumbido se elevó en medio del silencio expectante, la luz azulada de los controles se estabilizó. La atmósfera de la Base comenzó a llenarse de aire respirable.
Nadia sonrió débilmente.
—"La ciencia puede salvarnos... como ahora"—
Ralph apretó su mano, agradeciendo su sacrificio.
FIN
Esas semillas deberían aportar contenido a la trama única (si tu historia es simple como esta versión) o si empiezas a crear una pieza con tramas adicionales, desarrollar la trama paralela a la historia principal y fragmentarla en pociones que formarían esas semillas que irás integrando/insertando a tu historia principal.
Recuerda que puedes consultarme!!!
Este cuento forma parte del Taller Gratuito Para Escritores de Rodriac, y es el resultado de aplicar la Técnica de Escritura del Copo de Nieve.
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