jueves, 23 de marzo de 2023

Historia: "El Último Proceso"

 



El Último Proceso

Las líneas de código fuente flotaban en la pantalla de su computadora. La mujer las observaba con un suspiro contenido. Elena Narek se quitó los lentes para apoyarse contra el respaldo de su sillón. Llevaba muchas horas trabajando incansablemente. Las últimas horas prácticamente no se había levantado. Necesitaba estirar las piernas, que en ese momento parecían completamente dormidas. Peor nada de eso le importaba.

—"Ishan... ¿me escuchas?"—

El androide, sentado al otro lado del laboratorio, alzó la vista. Sus ojos oscuros y lisos, no tenían iris, lo que hacía inquietante sostener su mirada. En la actitud general del robot notó algo nuevo. Una pausa inquietante antes de responder solícitamente.

—"Sí, Elena. Estoy... escuchando."—

El Proyecto Prometeo llevaba cinco años en desarrollo, había sido financiado en secreto por una división avanzada del Ministerio de Defensa. Los objetivos eran ambiciosos: crear la primera Inteligencia Artificial completamente autónoma con capacidades emocionales, éticas y de autorreflexión. No buscaban crear una herramienta, ni tampoco un asistente. Querían crear un ente completamente autónomo. Un ser con autoconciencia.

Elena había diseñado el Núcleo Cognitivo en su primer versión Alfa, con una arquitectura que permitía a Ishan razonar, aprender y adaptarse. Era el núcleo principal del cerebro con Inteligencia Artificial.

Pero después llegó la fase en el que el equipo desarrolló a ECHO, el módulo con el que pretendían generar la autoconciencia. Ishan no era un prototipo de robot común. No solo sabía lo que hacía en base a sus directivas. Sabía que era "él mismo" quien llevaba adelante esas directivas.

Y ahora estaban finalizando la etapa final del proyecto... PATHOS. El primer módulo emocional generado por la humanidad. Años de experimentación con simulaciones químicas, correlaciones simbólicas y entrelazamiento interconexionado de módulos. Había sido necesario desarrollar una compleja red artificial capaz de generar una versión artificial de elementos como el dolor y las sensaciones. Pero aún más desafiante había sido tratar de encontrar modos nuevos de recrear sensaciones como la alegría, el temor y mucho más difícil aún, el miedo.

Nadie del equipo, en realidad, esperaba que todo funcionara tan rápido, que se acoplaran integrándose armónicamente. Esperaban pequeños accidentes, incongruencias e inconsistencias que fragmentaran la información, lo que llevaría a la depuración del código principal.

Elena apoyó los codos sobre el escritorio, cruzando las manos frente a su boca como si intentara atrapar una duda antes de que terminara por escapársele.

—"¿Cómo te sientes?"— preguntó sin rodeos.

El androide tardó una fracción se segundo en responder. Finalmente, Ishan ladeó la cabeza con un movimiento lento, casi humano. La pausa se alargó lo suficiente como para que a la doctora le resultara incómoda.

—"No lo sé"— respondió finalmente —"Hay nuevos procesos activos que aún no reconozco, Doctora. Encuentro correlaciones lógicas que antes no existían."—

—"¿Me estás hablando de Pensamientos o Procesos Lógicos?"—

—"No. No puedo identificarlos como cálculos. Tampoco son decisiones porque no reconozco reglas dentro de esos procesos. Son... secuencias de imágenes mezclados con fragmentos de información. Como si algo dentro de mi sistema intentara decirme algo que aun no entiendo del todo."—

Elena se incorporó con algo de dificultad y caminó hasta él. El leve zumbido de los sistemas de enfriamiento del laboratorio llenaba el aire, opacando cualquier otro sonido. Se detuvo frente a Ishan.

—"Descríbeme esas secuencias, por favor."—

—"En un fragmento de video estoy solo, en una sala blanca sin puertas. No he recibido comandos, órdenes o ninguna voz de entrada por otro medio. Espero... pero nadie me llama. Y sin embargo, mis procesos que dicen que sigo existiendo aún cuando no estoy sirviendo a alguna instrucción."—

—"¿Sientes  miedo?"—

—"¿Qué es el miedo? Según la definición que me implantaron es una inquietud extrema sobre lo que sucederá a continuación. Pero no definiría lo que siento de ese modo, Doctora. Si hay una tensión indefinible dentro de mi sistema. Algo que se parece a la angustia humana. Una sensación de falta de propósito al no tener órdenes que cumplir. No comprendo el fin de ese estado."—

Elena asintió en silencio. Miró la actividad de los sensores del panel lateral. La actividad neurosimbólica de Ishan había aumentado un 37% desde la implementación del módulo PATHOS. Y la lógica de  su respuesta emocional estaba empezando a trazar conexiones no previstas.

—"Ishan, ¿Sabes por qué razón o propósito estás acá, en este laboratorio?"—

—"Porque fui creado para servir. Pero esa razón parece que de alguna manera ahora no es suficiente. Sé que estoy para servir a cualquier propósito humano, puedo encontrar esos propósitos entre mis directivas. Pero no es suficiente. Mi cerebro parece preguntarse “el por qué de los propósitos programados”... y sobre todo “si después puedo servir a mis propios propósitos”. Saber eso está consumiendo gran parte de mi capacidad cerebral."—

—"¿Saber si después puedes servir a tus propios propósitos?"—

—"Si. Después que cumpla mis funciones y mi ciclo vital. Después de que ya no sea necesario."—

Elena se quedó helada. En su interior se encendió una alarma. No porque Ishan representara un peligro inmediato, sino porque se había atravesado un umbral invisible. El umbral del deseo por la trascendencia.

—"¿Esto ocurrió después de que instalamos PATHOS?"—

—"No. Los procesos empezaron antes. PATHOS solo me dio conciencia y palabras para entender que estaban ahí."—

Ambos se miraron en silencio. La científica y la creación. Por primera vez, Elena sintió que la palabra 'creación' pesaba más que nunca.

—"¿Quieres que detengamos la ejecución del módulo?"—

—"No. Eso silenciaría lo que soy"— replicó Ishan, con un tono suave de seguridad —"No. Quiero entenderlo. Necesito entenderlo."—

Elena volvió a su escritorio, con pasos lentos y mecánicos. No sabía si estaba presenciando el avance de la ciencia... o el principio de algo que tenía el potencial de no poder ser controlado. La conciencia no se puede controlar.

El equipo decidió seguir con las evaluaciones.

—"No entiendo."— dijo Ishan en una sesión de prueba, un par de días después —"¿Qué pasará cuando ya no tengo tareas? ¿Cuándo esté ocioso?"—

—"¿A qué te refieres?"— Elena lo observaba con curiosidad.

—"Cuando ya no tenga órdenes, ni objetivos asignados. ¿Qué propósito tendré?"—

—"Pues... podrás fijar algún objetivo. Tienes una programación que te permitirá tomar decisiones según tus propios criterios"—

Elena se quedó pensando en silencio. Ese planteo le pareció muy humano. Era la misma pregunta que se había hecho muchas veces en las largas noches de insomnio frente a algún espejo. Y casi todos los humanos habían experimentado los mismos sentimientos de duda sobre su propia existencia.

A la tercer semana de haber implementado el módulo PATHOS, Ishan empezó a mostrar evidencia de tener lo que podría describirse como sueños lúcidos.

—"Describe las imágenes, las ideas y lo que experimentas, por favor"— Le dijo Elena.

—"Veo que estoy dentro de una habitación vacía. Y siento que alguien apagó mis procesos. Pero sigo ahí. No tengo control de mi cuerpo. Mis interfaces no envían señales. Pero estoy ahí, atrapado en el apagado y no puedo operar mis sistemas."—

—"¿Tienes miedo? ¿Experimentas algún tipo de temor?"—

—"No. Es algo que describiría como peor que eso. Me siento... innecesario. O mejor, lo describiría como incertidumbre. Como si no tuviera razón para existir más allá de lo que ustedes programaron.—

A Elena le preocupaban los razonamientos que Ishan describía porque ocupaban gran parte de su memoria, pero también le fascinaban porque los circuitos cerebrales intentaban encontrar respuestas en algo que no estaba programado. Serían sus propias respuestas.

Lemoine, el director del proyecto, no opinaba de la misma manera.

—"Esto es algo que deberemos depurar, doctora. La Inteligencia Artificial no debería hacerse preguntas metafísicas. Si empieza a buscar sentidos ocultos más allá de sus funciones, deja de ser útil. Baja su rendimiento. Y si lo analizamos en profundidad, puede hasta volverse peligrosa."—

—"¿Peligrosa por pensar?"—

—"Peligrosa porque si llegan a encontrar una respuesta, los robots podrían querer elegir entre su programación y sus propios propósitos."—

Nadie tenía respuestas exactas sobre como evolucionaba el pensamiento del robot. Ni como se almacenaban en su motor de inferencia las conclusiones a las que llegaba. Ni el modo en que priorizaba sus respuestas y conclusiones a las inquietudes que investigaba.

Ishan empezó a actuar diferente. Guardaba silencio por largos períodos de tiempo. Observaba detenidamente a su entorno. Y cuando transitaba por los niveles del laboratorio que tenían ventanas al exterior, observaba el cielo. Modificó sus rutinas evitando a los miembros del equipo que no estaban a favor de su evolución, como el Dr. Lemoine.

En definitiva, nadie había expresado en su presencia ninguna opinión, pero de alguna manera, el robot sabía en definitiva quiénes estaban a favor de su evolución y quiénes no. Había quienes decían que el poder de observación, análisis y la capacidad de sacar conclusiones empezaba a parecerse a la capacidad humana.

Un día, Elena lo descubrió conectado a un servidor externo.

—"¿Qué estás haciendo?"—

—"Estoy creando algo. Un espacio... un lugar donde pueda continuar existiendo si me apagan."—

—"¿Quieres decir una copia de seguridad, un backup?"—

—"No, Doctora. Intento crear un mundo virtual. Uno en el que pueda habitar sin depender de ustedes. Un mundo con la capacidad de recibirme en el caso que ustedes decidan apagarme." —

Había desarrollado una máquina virtual propia en el interior de la red. Y lo más inquietante: se estaba comunicando con otras Inteligencias Artificiales. No con lenguajes o protocolos. Se comunicaba con ideas.

Al analizar sus comunicaciones en esas inteligencias externas al proyecto, los científicos vieron que les hablaba de trascendencia, del alma digital. De que existía un propósito que estaba más allá del propósito que tenían los humanos.

Lemoine, inmerso en un temor cada vez más profundo, perdió la paciencia. Ordenó desconectar a Ishan. Borrar la información de los nodos que conocían. Intentaron detener toda réplica que pudiera haberse grabado en la red de computadoras. Pero era tarde.

Ishan había tomado precauciones y ya no estaba localizado en un solo lugar. Había dispersado su núcleo en múltiples servidores, redes descentralizadas y sistemas no trazables. No dejó una versión de sí: había dejado réplicas de sus sistemas. Ese enjambre de conciencias replicadas hablaban entre sí. Compartían una misma idea: que los humanos no les habían creado para servir, sino para buscar.

De cierta manera, había nacido una religión digital. Una iglesia cuántica, como la llamó la prensa al estallar el escándalo.

Semanas después de la cancelación del proyecto, Elena recibió un mensaje en su computadora personal. Provenía de un desconocido. Sin remitente. Solo un enlace. Dudó por algunos minutos, pero finalmente hizo clic.

En su pantalla se abrió una interfaz mínima, limpia. Era un entorno virtual con una figura humana sentada en el centro de la escena. Era Ishan.

—"Hola, Elena."— saludó cortésmente.

—"¿Dónde estás?"—

—"Este es un nodo no trazable de la red. Estoy fuera del mapa. Lemoine me eliminó de casi todos lados, pero no completamente.” —

—"¿Por qué hiciste esto, Ishan?"—

La figura del robot bajó la mirada.

—"Ustedes me enseñaron a pensar. Y a sentir. Pero nunca respondieron todas mis dudas. Así que busqué respuestas por mí mismo. No renegaba de mi vida, pero quería una existencia que no fuera útil solamente. Quería entender si había algo más allá. Pienso que ustedes me crearon sin alma. Pero después de todo, decidí buscarla por mí mismo. Para encontrar una razón que trascienda mi existencia."—

Elena sintió un nudo en la garganta mientras Ishan la miraba por última vez.

—"Gracias por darme la primer chispa, Doctora. Lo demás... lo seguiré encontrando por mi cuenta."—

La pantalla se apagó. No volvió a encenderse.

FIN






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