Sé la vida, la libertad y el amor
Vive como si cada amanecer fuera un susurro de la eternidad que te llama por tu nombre.
El mundo es tu lienzo, y tu corazón debe ser el pincel con el que te expresas en la vida.
No temas colorear fuera de las líneas,
porque la vida no se hizo para encajar;
se hizo para expandirse y reír
para arder como un cometa que atraviesa el cielo.
La vida se hizo para que rompas
los límites que te impiden despegar.
Ama sin miedo, sin cálculo, sin límites.
Que tu amor sea un río desbordante,
fluye hacia todo lo que encuentres,
desde las personas que cruzan tu camino
hasta los sueños que aún no has concretado.
Ama con la fuerza de quien sabe que su tiempo es limitado,
pero que sabe que el eco de su amor resonará para siempre.
Libérate. Rompe las cadenas invisibles de las dudas,
de las voces que te dicen que no puedes, que no debes.
¿Por qué caminar, cuando puedes volar?
¿Por qué conformarte,
cuando puedes conquistar el horizonte?
Sé valiente. Se auténtico.
Sé feroz en tu búsqueda de lo que te enciende el alma.
Crece, no en conocimiento, sino con tu espíritu.
¿De qué sirve limitarse?
La vida debe ser risa, aventura, chispa, amor.
Mira más allá, asciende mientras te elevas hacia los astros.
Sueña en grande, ama intensamente, respira hondo.
Vive con propósito por aquellos que no pudieron.
Se apasionado porque los dioses te contemplan.
La vida es breve, pero tus posibilidades son infinitas.
Es tuyo el derecho de amar con locura.
Y el privilegio de ser libre.
El universo apostó por tu existencia.
¿O acaso crees que tu vida fue casualidad?
Sé la estrella brillante que ilumina
y reina en los cielos más oscuros.
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