domingo, 22 de septiembre de 2024

Nota: Ciencia Ficción "Dura" - Newton y Einstein: las dos caras de una misma realidad

 

 

Ciencia Ficción "Dura"
Newton y Einstein: las dos caras de una misma realidad

Las diferencias entre la teoría de Newton y la ciencia de Einstein han tenido un impacto significativo tanto en las ciencia como en los escritores de ciencia ficción dura, un subgénero que se esfuerza por mantener cierto rigor científico.

El físico inglés estructuró lo que podríamos llamar una visión "clásica" del universo. La mecánica clásica de Newton plantea un universo determinista en el que, si conocemos las posiciones y velocidades de todos los cuerpos en un sistema, podemos predecir el futuro con exactitud. Esto generó una visión del cosmos como una maquinaria perfecta.

Así fue que Newton concibió el espacio y el tiempo como entidades separadas y absolutas, inmutables e independientes de los observadores. Esto funcionaba bien para explicar movimientos y fuerzas en nuestro mundo cotidiano y en el espacio cercano a la Tierra.

Sin embargo, a velocidades cercanas a la luz o en campos gravitacionales intensos, las predicciones de Newton fallaron.

Einstein brindó al pensamiento humano una nueva dimensión del Universo al destruir la noción de tiempo absoluto. La velocidad de la luz es constante en cualquier sistema de referencia, lo que implica que el tiempo y el espacio son relativos al observador.

Este cambio fue revolucionario en física y transformó la visión clásica del universo concebida hasta el desarrollo de la relatividad.

La gravedad ya no es una fuerza en el sentido newtoniano, sino una curvatura del espacio-tiempo creada por la presencia de masa y energía. Esta teoría permitió describir fenómenos como los agujeros negros, la expansión del universo y las ondas gravitacionales.

Con la relatividad, el universo ya no es completamente predecible, porque el espacio-tiempo mismo puede variar y deformarse.

Los escritores de ciencia ficción dura tendemos a basarnos en principios científicos sólidos, lo que hace que la diferencia entre Newton y Einstein sea crucial en la construcción de nuestros mundos y universos. Estas dos maneras diferentes de analizar el mundo y el universo impactan en la ficción de varias maneras.

En la física newtoniana, los viajes espaciales suelen ser más simples porque las naves espaciales se mueven bajo la influencia de la gravedad y el impulso en líneas rectas. Esto es suficiente para describir historias basadas en nuestro sistema solar o en escalas humanas.

Pero con la relatividad de Einstein, la velocidad de la luz se convierte en un límite insuperable para el movimiento. Esto implica que los viajes interestelares, tan comunes en la ciencia ficción, requieren soluciones como la manipulación del espacio-tiempo (agujeros de gusano, curvatura espacial). Por ejemplo, la idea del viaje a través de un agujero de gusano surge de las ecuaciones de la relatividad general.

Obras que exploran el impacto del tiempo relativo, como la dilatación temporal, son un producto directo de Einstein. Un ejemplo clásico es la novela "La Guerra Interminable" de Joe Haldeman, donde los soldados envejecen a un ritmo mucho más lento debido a los efectos relativistas del viaje a velocidades cercanas a la luz.

La ciencia ficción newtoniana suele centrarse en viajes dentro de sistemas planetarios, donde el tiempo y el espacio se comportan de manera uniforme. Ejemplos de esto pueden encontrarse en obras como "2001: Una odisea del espacio" de Arthur C. Clarke, donde la mecánica orbital de los cuerpos celestes sigue reglas newtonianas.

En la ciencia ficción relativista, el concepto de agujeros negros, ondas gravitacionales y la curvatura del espacio-tiempo son recursos narrativos más comunes. Escritores como Gregory Benford o Robert L. Forward, con obras como "Dragon's Egg", exploran escenarios donde la relatividad es esencial para comprender la física del mundo narrado.

El concepto del viaje en el tiempo es más difícil de justificar en una ciencia ficción basada solo en la ciencia newtoniana. La concepción de Newton del tiempo como una línea recta sin ambigüedades ofrece poca flexibilidad para viajes temporales. En cambio, las teorías de Einstein, al relativizar el tiempo y sugerir que podría curvarse bajo ciertas condiciones (como en torno a agujeros negros o con agujeros de gusano), abren la puerta a exploraciones narrativas sobre paradojas temporales o líneas temporales múltiples. Esto es visible en obras como "Contacto" de Carl Sagan o "Las naves del tiempo"de Stephen Baxter, donde las ideas modernas de relatividad permiten la especulación sobre el control del tiempo.

La mecánica newtoniana no explora en profundidad las implicancias éticas del tiempo o del espacio deformable, ya que la naturaleza fija del universo en esta visión no da lugar a dilemas sobre la manipulación de estas dimensiones.

La ciencia relativista invita a una ciencia ficción que especula sobre las implicaciones filosóficas y éticas de vivir en un universo donde el tiempo es maleable, y donde la humanidad podría distorsionar la naturaleza del espacio-tiempo para fines como la inmortalidad o la omnipresencia. Autores como Alastair Reynolds exploran estas ideas, combinando un marco científico con profundos cuestionamientos morales.

En resumen, la ciencia de Einstein ha enriquecido profundamente el panorama de la ciencia ficción dura, permitiendo que los autores exploremos fenómenos como la dilatación temporal, los agujeros negros y los viajes interestelares de una forma mucho más realista y compleja que la que permitía el marco de Newton. Esto ha llevado a que las obras de ciencia ficción sean no solo más especulativas, sino también más provocativas en términos filosóficos y éticos, reflejando un universo que es mucho menos predecible, pero mucho más fascinante.

Buena Escritura





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